Hora de Pasta

Foto: Envato

La Pasta es un ingrediente común en la cocina italiana y lo has ido por lo menos desde el siglo XII.

Pocas comidas reconfortan tanto como una rica pasta hecha en casa, cubierta de una deliciosa salsa. La pasta se hace con harina de trigo sin levadura y huevo. Una vez elaborada la masa, esta se extiende manualmente con un rodillo o se pasa por un mecanismo, después se corta en diversas figuras interesantes, ideales para que retengan la salsa. La pasta es lo mejor para un presupuesto apretado. Con unos cuantos ingredientes, un poco de tiempo y muchas manos que ayuden, se puede alimentar a muchas personas hambrientas con un gasto mínimo. Es una de las comidas que une a la familia e invita a una conversación alegre en la cocina.

Las técnicas auténticas de elaboración de la pasta se pasan de generación en generación, enseñando a hacer la masa para una pasta perfecta. Aunque las técnicas pueden variar, parece ser que la clave radica en crear varias capas internas adentro de la masa, para obtener una pasta que permita una cocción perfecta “al dente’’.

Pasta Hecha en Casa

La receta para elaborar la pasta en casa solo requiere de tres ingredientes. El encanto estriba en dominar la sutileza de la técnica. Se necesitan 200 gramos de harina, un huevo y una pizca generosa de sal fina.

1. Prepare los ingredientes.

Para empezar, asegúrese de que la superficie que va a utilizar esté limpia. Vierta 200 gramos (aproximadamente 1½ taza) de harina sobre la mesa. Añada una cantidad generosa de sal, esparciéndola sobre la harina. Junte la harina con las manos, formando un montículo. Usando sus dedos, haga un pozo en el centro de la harina. El pozo deberá ser un poco más grande que un huevo. Ahora tome un huevo y quiébrelo, vertiendo cuidadosamente su contenido dentro del pozo.

2. Con los dientes de un tenedor, bata suavemente el huevo.

Al ir batiendo, empiece a incorporar la harina que está adentro del pozo, pero hágalo poco a poco. Hágalo lenta y cuidadosamente para que el huevo se mantenga contenido en harina. Siga agregando harina hasta obtener una bola de masa pegajosa. Ahora con las manos, tome la bola de masa y empiece a amasarla sobre pequeñas cantidades de la harina restante, repitiendo hasta que la masa esté suave y elástica.

3. Compruebe la elasticidad.

Al pellizcar un poco la masa, esta debería estirarse por lo menos dos centímetros sin romperse. Envuelva la masa en una toalla húmeda y déjela reposar por lo menos durante media hora. Cuando esté lista, estire pequeñas porciones de la masa con un rodillo de amasar hasta hacerlas de un grosor de ¼ de pulgada. Doble la masa extendida por la mitad y nuevamente por la mitad y – aún doblada – vuelva a extenderla con el rodillo. Repita este procedimiento cinco veces.

Ahora la masa está lista para darle forma, cortarla y cocerla o secarla.

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