Pet-Friendly. Vegans y hipsters

De un tiempo a la fecha en la Ciudad de México ciertos espacios culinarios y de convivencia se han puesto muy de moda entre la juventud capitalina. Lugares sui generis, y que a su manera son cosmopolitas, donde lo mismo se puede comer junto a la respectiva mascota que degustar un platillo totalmente vegan. Una vanguardia juvenil que va a la zaga de la moda europea y estadounidense trata de ponerse a tono con las últimas tendencias que ahora no necesariamente van de la pasarela a la calle sino viceversa. Es este mercado juvenil el que atesta, una vez cada tanto, estos espacios pet-friendly y restaurantes vegans.

De la mano del fenómeno Hispster, en la época de los hash tags y los trendig topics es natural que el mercado de consumo de alimentos busque acomodar su oferta a una demanda cada vez más creciente, y por qué no decirlo, una demanda en ocasiones muy estrafalaria. Desde ya que en el caso de los lugares vegans es la búsqueda de una alimentación sana y de conjunto un estilo de vida más saludable la que moviliza a sus comensales no existe duda que quienes han decidido dar un giro a su vida en este sentido están más cerca de lograrlo, empero, el problema es que de la mano de esta búsqueda un mercado de elite se va consolidando en torno a estos clientes cautivos, mercado que como he mencionado en algunas de estas entregas solo lucra con dicha necesidad y no es ni de cerca una solución al problema de mala alimentación, obesidad y diabetes que existe en México. Lejos de ser una solución para las mayorías, quiero decir.

Si no puede entrar mi perro, no como.

“Quien fuera mascota de rico” dirá más de uno, y es que luego de ver el estilo de vida que algunos animales tienen al lado de ciertas personalidades y demás gente con el suficiente efectivo para costearles una vida de ensueño (para humanos) estos se han convertido en la envidia de muchos. Gimnasios, spas, lugares de descanso, etcétera conforman la serie de lugares donde las mascotas pueden ser tratados como reyes. Y para no quedarse atrás desde hace algunos años hay establecimientos de comida donde sí se puede entrar con mascota al lado, estos lugares son los llamados Pet-Friendy que en español se traduciría como “mascota amigable” o lo que es lo mismo “aquí somos amigos de tu mascota, ven y come con ella” ¡Genial! ¿No? Sí, increíble ver como de a poco una nueva tendencia mercadológica se materializa.

Según una nota del diario digital Sin Embargo existen algunos espacios Pet-friendly como la terraza del Hotel Condesa DF donde también puedes entrar con tu perro, llevar su alimento y ahí te proporcionan el plato. Además de que hay otros lugares más donde te ofrecen un pequeño menú de carnazas y “premios” para que tu mascota también deguste, como el Centro Cultural El Kfecito. Todo para que tu mascota y tú pasen un momento bomba.

Hipsters oh hipsters

Hay ciertas anécdotas, grandes o pequeñas, que son inolvidables y que siempre vamos a recordar y a contar cuantas veces sea necesario a lo largo de nuestra vida, nos hayan sucedido a nosotros o no. Da igual, incorporamos tan bien estas vivencias a las propias que llegan a confundirse con las nuestras. Tal es caso de una pequeña anécdota que alguna vez me contó un amigo y que en realidad es muy trivial pero tiene una vigencia satírica brutal. La cosa es muy sencilla, resulta que un día la mamá de un amigo preparó un platillo que llevó por nombre “Sabana de cerdo con arepas negras”, una exquisitez en toda la extensión de la palabra ¿no? Claro, para quienes comen carne, es lo de menos por ahora.

Ojo, que los nombres siempre pueden ser flamantes pero si hacemos reflexión la verdad es que no siempre en “la palabra de rosa está la rosa” como afirmaba Borges. Pero bueno el caso es que de inmediato mi imaginación comenzó a generar imágenes acordes con un nombre por demás atractivo “Sabana de cerdo con arepas negras”, estoy seguro que quien en este momento lee estas líneas le pasa igual. El punto es que mi amigo, luego de decirme el rimbombante nombre del platillo que su mamá preparó, sin decir agua va, me dijo que en realidad la sabana de cerdo no era más que chicharrón y que las arepas negras tan solo eran frijoles. Vaya cosas.

Esto me viene a la mente ahora que escribo este artículo y pienso en esa nueva tendencia juvenil protoeuropea llamada hipster que intenta mimetizarse con una vestimenta bastante street wear. Pues nada que un gran sector de jóvenes capitalinos han ido detrás de esta nueva moda en cuyo seno se percibe en demasía la frivolidad y la inmediatez. No quiero ser duro pero la realidad habla en este caso. Quien se haya cruzado antes con uno de estos jóvenes o jovencitas sabrá de lo que hablo.

El cuadro lo completa perfecto una imagen que ronda en redes sociales en la cual algún ingenioso o ingeniosa concentró en un afiche bajo el título “Cómo verle la cara a un hipster” lo que en cierta medida pasa en la vida real, y es que en dicha imagen aparecen los precios de alimentos típicos mexicanos que son ofrecidos en ciertos restaurantes con flamantes nombres, por ejemplo, para el caso de los simples y ricos tacos de canasta de papas y longaniza que podemos encontrar en innumerables sitios en CDMX en la imagen aparecen con el nombre de ¡“Entré: Crepas de maíz con patatas y embutido de lechón a la paprika y chile guajillo”! Con un precio de “3 x 120 pesos”, cuando según la imagen su precio no va más allá de “3 x 10 pesos”

Surreal pero real. Aquí en CDMX hay quienes gozan degustar y gastar sin medida. Infinidad de personas han caído presas de los deslumbrantes nombres con que la “alta cocina” re bautiza a platillos tradicionales que se han comido aquí por siglos. En fin.

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Written by Mexico.is

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